El edificio está formado por una única planta baja dividida en dos volúmenes: el primero se destina a contener una sala de musculación y una de fitness, y el segundo a conectar el nuevo edificio con el gimnasio existente.
El cuerpo principal, que es el que contiene las dos salas, se construye utilizando un sistema modulado de madera a partir de un ritmo de pilares ubicados cada 120 cm. Entre pilares, las fachadas norte, noroeste y suroeste se muestran opacas, utilizando como acabado exterior un alistonado de madera de alerce, carbonizado mediante la técnica natural de preservación japonesa “Yakisugui”, y con acabado final cepillado según el estilo “Gendai”. En cambio, la fachada noreste se muestra totalmente transparente al exterior, ubicando entre pilares un conjunto de cerramientos totalmente acristalados.
Mediante la construcción con estructura de pilares vista, se consigue que se dirija la atención sobre la presencia de la madera, y en su capacidad para mimetizarse con el entorno boscoso próximo y su materialidad natural.